Hoy me encuentro fatal. Tengo la sensación de que dieciséis putos elefantes me han pasado por encima y me han cagado en todo lo alto. Debo dejar las drogas, la bebida, las mujeres y el puto azathoiprine. Me cago en todo lo que se menea, de ayer no recuerdo casi nada, sólo recuerdo que estuve en el Mora tomando cubatas como un descosido y que me saque la polla en la plaza de los exiliados pero poco más. Joder, otra vez sacándome la churra. Que le den por culo a todos. Los que la hayan disfrutado eso se habrán llevado. Vaya mierda, no me queda café. He de ir a lo de Abundio a comprar más. Pero ahora no tengo ganas, me duele la cabeza como si una banda de trombones me hubiera tocado encima la 5ª de cualquier mierda de esos compositores de los que ellos toquen. Me cago en la puta, tampoco me quedan ibuprofenos. No me quedan aspirinas, ni tranxilium, ni paracetamol, ni alka seltzer, no me queda nada en este puto piso. Joder, ni un mísero átomo de coca, ni un pellizco de maría, ni un cagarro de mierda, ni un culín de whisky, ¡ni una puta cerveza coño! Me voy a duchar a ver si me queda algo en el cajero, eso si no lo fundí todo anoche, y tal como están las cosas no lo veo difícil.
Maldito sol de los cojones, ni con las gafas de sol me puedo librar de él. Joder parece que me bota una pelota en la cabeza. Maldita sea, ahora me he dejado la cartera en el piso, ¡vaya mierda!